Entrevista a Mercedes Fisteus, antigua alumna y escritora.

Entrevista a Mercedes Fisteus, antigua alumna y escritora.

Enero 2020

 

Hemos visto que acabas de terminar el doble grado Derecho – Relaciones Laborales y Recursos Humanos en la UCM, ámbito que nada tiene que ver con la escritura. ¿En qué momento decides escribir una novela? ¿La inspiración llega sola o es fruto de otros trabajos o textos?

A pesar de que mi formación no parece tener nada que ver con la literatura, siempre me ha gustado escribir. Al fin y al cabo, dicen que es bueno estudiar algo que no tenga que ver con la rama de la filología o las artes si se quiere escribir, porque así se aporta una visión distinta del mundo.

Yo empecé con los relatos cortos pero luego me fijé en la novela porque me dejaba mucho más margen para operar. Además, la historia que se me había ocurrido lo pedía.

Respecto a la inspiración, esta llega cuando estás delante del papel y cuando tienes mucho conocimiento sobre algo. No niego que exista la inspiración repentina como por arte de magia, eso que viene en un momento de lucidez, a través de un sueño o bajo unas circunstancias determinadas, pero no aconsejo confiarse a eso. En mi caso, la trama llegó gracias a mi interés en la figura de las mujeres poderosas a lo largo de la historia, lo que inevitablemente te lleva a las brujas y los episodios de caza, de los cuales Salem es el más famoso. Más allá de eso, me topé con algunos elementos novedosos como la relación de esta historia típicamente americana con España, algunos espacios en blanco como los sucesos después de la histeria o viejos temas como los tratos con el Diablo. La historia final es fruto de todo esto, de mil borradores y de una trama anterior fallida que decidí tirar a la basura cuando ya tenía todo estructurado.

La temática en torno a las Brujas de Salem es, cuando menos, atrevida, aunque se encuentre dentro de la cultura pop o las tendencias actuales, ¿por qué esa historia? ¿Y por qué un punto de vista tan heterodoxo como puede ser el del juez?

Aparte de lo que ya he mencionado, me apetecía enfocarlo desde otra perspectiva, porque es una historia muy poderosa y que aún sirve para ejemplificar situaciones actuales como la persecución social y política, los juicios que otros hacen de nosotros y la histeria colectiva, sobre todo. El machismo también está presente pero poco a poco lo estamos superando, al menos es un tema que ya está encima de la mesa. En cuanto al punto de vista del juez principal de los casos, mi protagonista, diré que se trataba de un personaje olvidado pero totalmente influyente en la historia real. Eso lo hacía atractivo para el fin que perseguía y me ayudaba a acercar la historia de Salem a lectores con perfiles muy distintos. Hacerle protagonista hacía posible darle ese giro radical a la historia, porque es inesperado y trae a colación un tema poco tratado en la literatura general como es el sentimiento del remordimiento y lo que puede suponer.

La figura de la bruja ha sido objeto de una cantidad ingente de textos ficcionales, ¿parte tu novela de algún texto base? ¿qué influencias podrías destacar a la hora de ponerte a escribir la novela premiada?

Mi inspiración en las brujas nace de toda esa ficción, desde libros infantiles y juveniles hasta obras cinematográficas. Pero toda esa estética la he dejado arrinconada porque no quería hacer algo similar a todo eso, así que para mi novela me he fijado, mayormente, en el trabajo de Miller y las películas del Crisol. Para la caracterización de según qué personajes, me he dejado inspirar por la cultura popular, aquella de la que nacían las historias de miedo y las leyendas que se contaban en los pueblos mediante el boca-boca. He utilizado muchas imágenes antiguas y muchas composiciones tradicionales del lenguaje que ya nadie utiliza y que recuerdan a épocas de antaño.

Me pregunto si existe en tu novela una recuperación de la sentencia que tanto se escucha dentro del movimiento feminista: “Somos las hijas/nietas de las brujas que no pudisteis quemar”, y si es así, ¿por qué y cómo se manifiesta esa temática cercana a la teoría feminista?

Escribí un artículo hace tiempo explicando que ese era, precisamente, el lema feminista de este siglo, de esta nueva ola. Afirmaba que se había recuperado este capítulo negro de la historia para reivindicar los orígenes y el sentido del movimiento, pero que debíamos saber qué había pasado exactamente, cosa que no todo el mundo conoce. Realmente, yo lo que hago en la novela es repasar los hechos que se han registrado de manera casi literal, mientras voy desarrollando la ficción que yo he creado. No hay, por tanto, alusiones directas al machismo imperante de entonces sino que dejo que el lector lo vea por sí solo, que destaque entre la trama. Pretendo que se dé cuenta de cómo las primeras víctimas eran mujeres de determinadas condiciones y cómo, aún cuando afectó a hombres y ricos, las acusaciones variaban según el género. Los hombres eran acusados de ser jefes de las brujas o de protegerlas, mientras que ellas de algo muy diferente. Es curioso que, en todas las épocas, cualquier personaje que quiera instaurar un clima de opresión y dureza empieza por utilizarnos a las mujeres.

¿Tienes pensado escribir más novelas? Y si no continúas escribiendo prosa, ¿te podrías adscribir a algún otro género literario en el futuro?

Quiero seguir escribiendo porque es algo que me gusta. No tengo ni tendré plena dedicación a ello pero no cesaré de hacerlo.

Aunque sí es cierto que me gustaría volver a los relatos y crear alguna antología, o seguir coqueteando con la poesía y atreverme con los ensayos. En cuando a la ficción o la fantasía, son parte de mí y al género histórico le acabo de coger el gusto. Con el realismo me gustaría probar pero mentiría si dijera que me hace la misma ilusión que la fantasía. Me parece, por otra parte, un género más limitado. La gente piensa que solo se pueden enviar mensajes veraces a través de este último y yo no estoy de acuerdo.

Además de tus estudios académicos, ¿qué ha aportado la Universidad Complutense a la formación de tu identidad individual? ¿Ha sido el entorno universitario el que te ha empujado a escribir o el impulso viene de otro lado?

Empiezo a contestar por el final: el impulso viene de mis padres, que nos criaron en un entorno lector y nos animaron siempre a escribir. Pero la Universidad también ha tenido su papel en cuanto que te hace rodearte de gente ávida de conocimiento y te enseña todo un mundo de posibilidades, de historias. A través de la Universidad me he conocido a mí misma y ahora tengo un orden en la cabeza a la hora de hacer cualquier cosa. No era la misma persona cuando entré en la Facultad y doy gracias por eso. Mis estudios, además, me han ayudado con la novela porque he podido aplicar el lenguaje jurídico en la parte que describe los juicios y pude entender también las transcripciones originales. Algunas cosas verdaderamente buenas de la Complutense son su biblioteca (la segunda mayor de España tras la Nacional) y la formación de su profesorado, por lo que en todo momento me he sentido confiada de que podía encontrar toda la información que deseaba. Y ahora, encima, me estáis ayudando con este artículo, así que estaré eternamente agradecida.

¿Qué tres textos recomendarías a alguien que decide empezar a escribir ficción?

Aunque mi novela es una mezcla de ficción  y fantasía, tengo más base en la última. Mezclando ambas, tres recomendaciones: El Señor de los Anillos de Tolkien como ejemplo de la creación de un mundo entero, extenso y bien estudiado; El mapa del Tiempo de Félix J. Palma porque tiene muy buenas referencias y junta la ciencia ficción con la ficción histórica, que es el género exacto de mi novela; y alguna de las que forman la tríada de oro distópica, teniéndole especial cariño a Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Esta pregunta es complicada, podría citar miles.

Tras ser galardonada con el premio Ateneo Joven de novela, ¿qué consecuencias ha traído a tu vida profesional y académica recibir este premio? ¿Ha cambiado en algo la trayectoria que tenías pensada para tu futuro?

El premio me ha abierto las puertas del mundo literario en el papel de autora. Esto hace que quiera seguir, de forma paralela, ligada a la creación artística. He tenido que plantearme si mi trabajo me dejaba tiempo para algo así, cosa que es difícil en la empresa privada. Aun así, la escritura no es decisiva en esa parte de mi vida profesional.

Por último, como integrante del colectivo Alumni, ¿qué consejos le darías a un estudiante que acaba de finalizar sus estudios en la UCM? ¿Y a uno que acaba de empezar?

Al que acaba de entrar le diría que investigue de verdad todo lo que ofrece la Universidad y lo que puede hacer durante esta etapa, que pasa rápido. La Complutense ofrece muchos programas, actividades y exposiciones. Yo fui mentora y siempre ponía énfasis en esto. Más tarde trabajé en recursos humanos y pude verificarlo: a nadie le importa si en vez de un 10 tienes un 7 o un 8 de media, es más importante crecer como persona, tener un currículum interesante y por favor, defenderte en inglés. Viaja, aunque no sea de Erasmus, pero vive experiencias y sé curioso.

Y al que ha terminado le pido que no sufra. Yo también estoy confundida, pero todo pasa y todo llega, y los estudios se verán reflejados. Hay gente que lo tiene claro desde el principio pero no todos tenemos esa suerte.

Para ambos tengo otro consejo: no dejéis nunca de luchar.


25.11.2019
 
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